Preguntas frecuentes

La caries dental es una enfermedad en cuyo origen intervienen múltiples factores simultámeamente que afecta al tejido duro de los dientes. Una caries puede ocurrir sólo cuando las bacterias de la boca causantes (micoorganismos) se congregan en forma de placa en la superficie de las piezas dentarias en presencia de azúcares (carbohidratos fermentados formando la llamada «placa bacteriana».

El ácido formado por las bacterias ataca la superficie del diente, causando la destrucción del tejido y formando la caries. El buen cepillado arrastra y elimina la placa bacteriana.

Se llama placa dental (biofilm dental) a una acumulación heterogénea de una comunidad microbiana variada, aerobia y anaerobia, rodeada por una matriz intercelular de polímeros de origen salival y microbiano. Estos microorganismos pueden adherirse o depositarse sobre las paredes de las piezas dentarias. Su presencia puede estar asociada a la salud, pero si los microorganismos consiguen los sustratos necesarios para sobrevivir y persisten mucho tiempo sobre la superficie dental, pueden organizarse y causar caries, gingivitis o enfermedad periodontal (enfermedades de las encías).

Con un buen cepillado se puede eliminar fácilmente dicha placa bacteriana.

La caries es un proceso indoloro en un principio hasta que llega a estadios avanzados,con afectación de la pulpa o nervio. En un principio se detecta como manchas o puntos oscuros o como zonas de color blanco-tiza. Otras veces se produce cierta sensibilidad al frío o calor o a los alimentos dulces.

En ocasiones si la caries evoluciona muy lentamente, puede llegar a estadios muy avanzados, con gran afectación pulpar, sin que haya existido nunca dolor. Por todo esto es necesario realizar una revision por su dentista cada seis o doce meses.

El tratamiento de la caries depende de la fase evolutiva en que se encuentre:

Caries superficial (esmalte o dentina superficial), que no tenga afectación pulpar se trata mediante la eliminación de todo el tejido enfermo (caries) y colocación de una obturación (empaste) estético con material composite o resinas, o de amalgama de plata.

Caries profundas con afectación de la pulpa se trata con una endodoncia que consiste en retirar la pulpa o «nervio» limpiando bien todo el tejido afectado y obturando dicho conducto con materiales de endodoncia. En casos en los que no se puede practicar una técnica de endodoncia se practica la extracción de la pieza.

Controlando los alimentos ricos en hidratos de carbono (azúcares).

Realizar un buen cepillado para eliminar la placa bacteriana después de cada comida y sobre todo antes de acostarse.

Mantener una buena higiene buco-dental.

Aplicación de flúor para aumentar la resistencia del esmalte del diente a los ácidos que producen las bacterias de la placa microbiana o biofilm.

Sellado de fisuras colocación por el dentista de una fina capa de material a base de composites ricos en fluor en los surcos profundos de los dientes.

Revisiones periódicas en las que el dentista puede realizar un diagnostico y tratamiento precoz de la caries incipiente. En niños cada 6 meses.

La cabeza del cepillo debe ser pequeña para facilitar el acceso a cualquier zona.

El material de las cerdas tienen que ser sintéticas y sus extremos redondeadas para no traumatizar los tejidos bucales.

Las cerdas distribuidas en el cabezal en 2 o 3 hileras de penachos longitudinales. El mango lo mas recto posible. La dureza de las cerdas debe ser blando o de dureza media. Renovar el cepillo periódicamente.

Los dientes tienen que ser cepillados después de cada comida. Es muy importante el cepillado de la cena. No olvidarse del cepillado de la lengua.

«Nunca acostarse sin realizar un buen cepillado».

Siempre seguir una pauta. Por ejemplo iniciar el cepillado por la cara vestibular de los dientes (zona del diente que contacta con la mejilla y labios) con un movimiento del cabezal del cepillo de la encia hacia el borde de la pieza dentaria. Continuar por la cara lingual y palatina (la que contacta con la lengua). Finalmente cepillar las caras oclusales (las que se utilizan para triturar). Es necesario también pasar el cepillo o limpiador lingual por la lengua.

Se recomienda su uso en pacientes con prótesis o con patología periodontal, para cepillar el espacio interproximal (espacio entre dos piezas y encia).

Consta de un mango en cuyo extremo hay un escotillón de fibra, pueden ser de distintos tamaños y formas.

Son muy recomendables en personas con minusvalías que tienen mucha dificultad para la utilizacion de un cepillo normal.

Si se emplea correctamente podemos lograr un buen cepillado similar al de la técnica manual.

Es una enfermedad que va afectando progresivamente a los tejidos de soporte del diente desde las encías al hueso.

Es la principal causa de pérdida de piezas dentarias.

Está causada por microorganismos que habitan normalmente en nuestra cavidad bucal (biofilm dental y sarro), ocasionando una inflamación en las encías y destrucción lenta y progresiva del hueso que soporta nuestros dientes.

En las fases iniciales las encías están enrrojecidas y sangrantes. Es una fase reversible, no hay destrucción de tejidos. (Fase gingivitis).

Si no se soluciona en la fase de gingivitis, puede evolucionar hacia periodontitis afectación del ligamento periodontal (la unión del hueso con la raíz dentaria), formándose bolsas periodontales y destrucción del hueso y ocasionando la perdida de la pieza dentaria.

La piorrea actualmente se conoce como «Enfermedad periodontal avanzada» en su inicio se manifiesta como una gingivitis evolucionando si no se trata a estadios de destrucción del hueso que soporta la raíz del diente.

Se caracteriza por encías sangrantes o enrojecidas, retracción de las encías, dolor, movilidad de los dientes, halitosis (mal aliento), y en estadios finales, pus y abscesos en las encías con dolor.

Endodoncia o tratamiento de conducto radicular es una terapia dental que consiste en retirar la pulpa afectada o necrótica «nervio» de la pieza dentaria enferma.

Se realiza bajo anestesia local, es un tratamiento indoloro.

La técnica consiste en introducir en el conducto radicular una serie de limas de un diámetro tamaño cada vez mayor retirando todo el tejido enfermo, posteriormente introducimos un material que sella dicho conducto radicular.

Con esta técnica conseguimos mas de un 90% de éxitos.

Por supuesto, no hay un límite de edad para la práctica de la Ortodoncia.

La única causa que limita el tratamiento es el estado de salud del tejido de soporte de las piezas dentarias.

El implante dental, es un tornillo generalmente de titanio destinado a ser el sustituto artificial de la raíz de un diente perdido. Habitualmente tiene forma roscada y está fabricado con materiales biocompatibles que no producen reacción de rechazo y permiten su unión al hueso. La superficie del implante puede presentar diferentes texturas y recubrimientos, utilizadas habitualmente para aumentar su adhesión al hueso (osteointegración si es de titanio y biointegración si se trata de un material cerámico). Pasado un periodo de tiempo, el implante se integra en el hueso y se convierte en un anclaje seguro para una pieza dental sustituta, un pilar de puente fijo o una prótesis dental removible.

El implante está fabricado con un material biocompatible (titanio). No obstante, existe una remota posibilidad de que no se osteointegre. Si ocurriera esto, el implante se sustituiría con otro.

En manos expertas hoy en día el porcentaje de éxito es superior al 95%, lo que nos permite decir que esta técnica es segura y exitosa.